MIÉRCOLES 16 DE MAYO
-EL PORQUE DE OLMOS “TIERRA DE LOS CUAJOS SECOS”.
Se dice que en junio de 1889, llegó a la Villa de Olmos el arqueólogo de origen alemán Enrique Bruning. El motivo de su visita era la de recoger testimonios personales de los antiguos olmanos sobre la fundación de este pueblo y conocer las costumbres y tradiciones que subsistían por entonces.
La mayoría de los pobladores vivían en casas construidas de barro y madera (Quincha y adobe), techo de teja y se abastecían de agua que era traída de una laguna existente en el sector de Fíloque. Destacaban dentro de los apellidos notables en el lugar los Rojas, Tesén, Ubillús,Vigil, Cornejo, Puse, Odar,Vélez, Pasco, entre otros.
El arqueólogo y costumbrista con equipo fotográfico en mano se dio tiempo para recorrer las calles olmanas bien cuidadas, recibiendo el saludo de los pobladores con quienes se enfrascaba en alegre y amena charla.
Las conversaciones se dieron una y otra vez en casa que visitaba; pero algo llamaba la atención de alemán. En el interior cerca a la cocina de la vivienda colgaban en la parte superior unos saquitos o bolsitas blancas,
Con la curiosidad que les caracterizaba preguntó el origen y motivo del porque se les colgaba del techo y cuál era su uso, logrando como para coagular la leche y poder elaborar por los apetecibles quesillos y cuajadas, infaltables por esa época en la comida diaria y dieta de los olmanos.
Como una forma de perennizar el nombre de este pueblo Enrique Bruning, mencionaba en sus conversaciones y tertulias a Olmos como la “Tierra de los Cuajos Secos” denominación que fue tomada por personajes como Antonio Raymondi y otros cuando llegaban a Olmos.
Este calificativo erróneamente es tomado en la actualidad de manera despectiva, debido al desconocimiento de su origen.
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| Pileta de la Plaza de Armas de Olmos. |
