Jueves, 23 de agosto del 2018
OLMOS YA VIVE LA FERIA CATÓLICA EN HONOR A LA CRUZ DE CHALPÓN
Los olmanos, especialmente los católicos se aprestan a recordar los 74 años del hallazgo de la Cruz del cerro Chalpón, suceso ocurrido un 25 de agosto de 1944.
Para el efecto, la Comisión Central, ha elaborado un programa que se inició el pasado 15 de agosto y que se prolongará hasta la primera semana de setiembre con la tradicional octava de feria.
De acuerdo a lo programado, el sagrado madero, realizó ayer el descendimiento simbólico, pernoctando en la Capilla del sector El Cardo de dónde continuará su recorrido el jueves 23 hasta la zona de El Siglo, informándose que la entrada triunfal se realizará mañana viernes 24 de agosto.
HISTORIA SAGRADA DE LA MILAGROSA CRUZ DE CHALPÓN DE OLMOS
En el año 1850 apareció un franciscano de nombre Juan
Abad en el poblado de Olmos realizando labores piadosas y religiosas. En esos
años la población de Olmos vivía atemorizada por unos ruidos estruendosos que
salían del cerro chalpón creyéndose que fuera un volcán pues la zona cercana al
cerro amanecían nubladas de cenizas, pues la población le contaba los temores
que tenían al Franciscano, es entonces donde el Padre Abad decide instalarse en
el cerro de Chalpón para realizar oraciones a Dios para que aplacara la furia
de la naturaleza. Es ahí donde el Padre tiene un sueño en el cual el Altísimo
le encomendaba confeccionar unas cruces de madera y la colocara en unas grutas
del cerro, las misas que encontraron en cada lado del cerro Chalpón. El cerro
Chalpón divide a los pueblos de Olmos y Motupe y cada Cruz iba hacer la
protectora de cada pueblo. Pues el Padre la confeccionó de madera de Guayacán.
Él bajaba todos los sábados al poblado de Olmos a realizar el santo Rosario y a
predicar la Palabra de Dios, haciéndolo también en Motupe.
Es así que el Padre Abad o llamado por algunos Juan Ramón Rojas llega donde una
familia de olmanos de apellido Adrienzen y les comentaba que el día que el
desapareciera buscaran a las cruces que había dejado en el cerro de Chalpón.
Tiempo después un prófugo de apellido Barrios huyendo de las justicia se
internó en las inmediaciones del Cerro Chalpón. Al mirar en una de las grietas
pudo observar una cruz casi oculta, pero por falta de alimentos el prófugo
abandona el cerro dirigiéndose al despoblado de Olmos, pero con tan mala suerte
que fue apresado por las fuerzas del orden. Ya en el puesto policial, el
Prófugo confesó que había visto en una gruta del cerro Chalpón a la Cruz que
había dejado el Padre Abad y que el mismo les enseñaría el camino, pero no le
creyeron y este fue victimado.
El Comisario de nombre Darío Noé quien había capturado a
Barrios en reunión de amigos en el pueblo de Olmos, comentó la versión de
Barrios. Con la leyenda que se voceaba de que el Padre Guatemala había dejado
tres cruces para los Pueblos de Olmos, Motupe y Penachí, varias personas
empezaron la búsqueda de la cruz.
En 1936, Don Eulogio Torres Aldana en una conversación
con Isaías Olazábal Nunura y Augusto Bellodas Facio, les comentó que el soñaba
con la Cruz que había dejado el Padre Abad en el cerro Chalpón, luego de este
comentario deciden buscar al sagrado madero. Ocho años más tarde, sus esfuerzos
tuvieron el fruto esperado, pues un 25 de agosto de 1944 en el espeso bosque
del cerro divisaron la Cruz de Guayacán en una gruta y acostada. Los tres
amigos de inmediato bajaron al pueblo para dar a conocer el hallazgo. De
inmediato los pobladores fueron notificados del hallazgo y fue tanta la alegría
del pueblo que las campanas de la iglesia no cesaban de tocar cuando el sagrado
madero fue traído.
Se dice que a la altura de los brazos de la Cruz se
apreciaba la silueta del padre Abad quien estaba arrodillado, pero la imagen
del Padre desapareció por lo que los devotos colocaron anillos de plata en el
madero de la Cruz.
Los olmanos rinden homenaje a su patrona espiritual la Cruz de Chalpón.
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