Viernes, 30 de agosto del 2019
LA ENTREVISTA AL HIJO DEL LEGENDARIO FROILAN ALAMA.
Pedro Alama Salinas, único hijo sobreviviente del bandolero Froilan Alama quien en la década de 1920 mantuvo en jaque a los terratenientes de Piura y Lambayeque, falleció en la ciudad de Lambayeque, dejando un profundo dolor en la familia que reside en el caserío La Victoria de Olmos.
Según informaron sus familiares, el nonagenario estaba delicado de su salud por lo que fue internado en el Hospital Belén de Lambayeque, dejó de existir. Sus restos se encuentran enterrados en el Cementerio Santa Rosa de Insculás.
Hace algunos años (2015) y con 90 años a cuesta y con una visible sordera encontramos a Pedrito Alama en el caserío El Porvenir, junto a sus nietos y nos accedio a una entrevista.
En la conversación mañanera que sostuvimos "Pepito" Alama aún mantenía vivos los recuerdos de su padre, pues tuvo la oportunidad de estar cerca a el hasta los quince años de edad.
Por su intermedio pudimos conocer lo que los olmanos y piuranos vivieron durante muchos años.
Los caminos estuvieron infectados por bandoleros, gracias a descripciones de personas de la época especialmente las rutas de Morropón, Chulucanas, Tambogrande y de la Cuesta de Ñaupe,y de las serranías.
En la década del 20 surgió un brote de bandolerismo, siendo su máximo exponente Froilán Alama, figura romántica, audaz, generosa, para muchos, especialmente para el pueblo que llegó a admirarlo.
Froilán Alama Mendoza , fue un mestizo nacido en Chulucanas el cual empezó sus correrías en 1928, debido según se dice, a los abusos y humillaciones de que fue víctima por hacendados déspotas y explotadores.
Durante ocho años sembró el terror por pueblos y villorrios del arenal piurano. Con el puñal y con la bala hizo terrible su nombre y escribió los capítulos finales del bandolerismo piurano.
Su vida fue un contraste, bandolero y benefactor a un tiempo.
Robaba a los ricos para entregar el producto de sus latrocinios a los pobres. Siempre ayudó a los pobres y veló porque se castigara a los transgresores de la ley y la justicia, en la forma que él lo entendía. Fue un verdadero “Caballero del Delito”, como Sambambé.
El amor de una mujer, lo hizo morir acribillado a balazos el 25 de Septiembre de 1936, en Garbanzal, comprensión del distrito de Olmos.
Los guardias civiles Damaso Huibín Salva y Buenaventura Torres Ramos, encargados de su captura, lo silenciaron para siempre en el Combate librado en una majada en Garbanzal.
Pedro Alama vivía en el caserío La Victoria ubicado a 36 kilómetros al norte de Olmos y en ese entonces cuando conversamos con él se llenaba de nostalgia cuando nos comenta todo lo que le tocó vivir junto al legendario Froilan Alama.
El último hijo del bandolero Froilan Alama vivía en el sector La Victoria.
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